24 ene 2008

Jugando a ser Dios

Crean vida artificial
Bueno esto tarde o temprano iba a pasar, empezamos con la clonación de la oveja Dolly en el año 1996 y hoy en día todabía se debate si es ética la clonación de humanos, ne partes del cuerpo etc.



Bueno ahora hemos ido más allá, me refiero al "Hombre" en general, cuando se publica que un grupo de científicos han podido crear vida artificalmente al poder sintetizar el primer Genoma Artificial. Con esto estamos tras los pasos de Dios.



Bueno ahora empezarán las discusiones éticas sobre el uso correcto de este tipo de "creación", por los momentos los "creadores" han señalado que pese a que han creado un genoma con más de 400 genes, le es imposible vivir de manera autonoma debido a que fue disñado para que dependiera de cierto tipo de procesos y evitar que se fuese a mezclar con otros organismos vivos.



Las declaraciones de J. Craig Venter, padre de la criatura o jefe del equipo de investgación, me recuerdan las frases dichas por John Hammond de Jurassic Park cuando dijo, "los creamos para que no se reprodujeran" yo respondería a eso como hizo Ian Malcom: "La vida rompe las barreras y se abre camino". Aunque sean artificiales.



Lo otro que también me pone a pensar es que creen algo que no puedan después controlar y se convierta en lo que fue protagonista de la película Especies... bueno mejor lean las noticias.



El equipo del científico Venter crea el primer genoma artificial



WASHINGTON (Reuters) - El equipo del Instituto J. Craig Venter de Maryland, en Estados Unidos, ha conseguido fabricar el genoma completo de un organismo vivo, una bacteria, en lo que esperan sea un paso importante para crear vida artificial.

La bacteria, Mycoplasma genitalium, es el ser vivo con el genoma más pequeño, con 485 genes. Los virus son más pequeños, pero no se consideran completamente vivos ya que no pueden reproducirse por sí mismos.
"Consideramos que este es el segundo paso significativo de un proceso de tres pasos en nuestro intento de crear el primer organismo sintético", manifestó en una conferencia por teléfono Craig Venter, fundador del instituto.
"Todo este proceso comenzó con cuatro botellas de químicos", agregó, tras la publicación del hallazgo el jueves en la revista Science.
M. genitalium tiene una estructura relativamente simple: todo su ADN está en un único cromosoma. Los cromosomas son las estructuras que llevan el material genético, y el código completo se llama genoma.
Se necesita otro material genético llamado ácido ribonucleico (ARN) para convertir este mapa de genes en algo que una célula pueda utilizar para funcionar.
Los investigadores explicaron que primero utilizaron la bacteria E. coli y luego la células de otra, una levadura, para copiar piezas de ADN y acabar uniéndolas en un cromosoma artificial.
Lo siguiente, según los investigadores, será insertar este cromosoma artificial en una célula y ver si pueden hacer que reaccione, creando una artificial.
DIFERENTES USOS
Venter, Premio Príncipe de Asturias en 2001, dijo que el cromosoma fue neutralizado de modo que no pueda sobrevivir fuera del laboratorio y que no pueda invadir otro organismo por error. El plan también pasó la revisión ética de un comité de la Universidad de Pennsylvania.
El científico espera poder acabar creando microorganismos sintéticos que podrían ser utilizados para producir biocombustibles, limpiar residuos tóxicos o absorber el exceso de dióxido de carbono en la atmósfera.
En junio de 2007 el equipo anunció que había logrado cambiar una especie de bacteria, la Mycoplasma capricolum, en otra, la Mycoplasma mycoides, al reemplazar el genoma de una con el de la otra.
Venter dijo que le gustaría usar el cromosoma sintético del mismo modo, engañando a un organismo para que actúe como otro.
Otra cuestión importante es cuál es el número mínimo de genes necesarios para crear vida. El científico espera poder hacer un organismo completo partiendo de cero.
"Tenemos unos 100 genes que sabemos que no podemos usar sin matar la célula que son de estructuras desconocidas", agregó, lo que supone que su equipo aún tiene un camino largo que recorrer para entender qué genes son absolutamente imprescindibles para la vida.



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