Cuando la semana pasada nos visitó el abuelo de mi esposa, veníamos en el carro escuchando música y yo comentaba con mi vecino que también nos acompañaba que ahora los reproductores son MP3, DVD y quien sabe que otra cosa.
En ese momento el señor Carlos nos comentó que cuando el estaba pequeño por allá cerca del año 30, las fiestas eran animadas de dos maneras o por un grupo de músicos con trajes de rayas, pantalones blancos y sombreritos o con las llamadas Vitrolas.
El abuelo señaló que ellos contaban con uno de esos modernos aparatos de música que constaban de una caja de madera con un mecanismo de cuerda donde arriba había un plato giratorio y un gran cono de bronce de donde salía la música de los discos que era reproducida por agujas.
Por cierto el señor Carlos acotó que siempre tenía que llevar en un bolsillo una caja con agujas porque estas se gastaban con el uso durante la fiesta.
La operación era sencilla; ponía la aguja, luego el disco. Posteriormente se le daba cuerda al "equipo" si se bajaba el brazo hasta que la aguja tocara la cara del disco. A los pocos segundos la música empezaba a sonar.
Entre risas el señor Carlos dijo que él era encargado de cuidar la Vitrola durante las fiestas porque la alquilaban a BOLIVAR LA HORA, sin embargo el lo que hacía era ponerse a bailar.
Que tiempos aquellos no...
Después de la Vitrola llegaron los Pick ups o picós que no era más que la misma Vitrola pero con un diseño más actual y empotrado ya que constaban de un cajón grande con el tocadisco en el medio y a su lado dos sendas cornetas por donde sonaba la música. Estos picós ya tenían ayuda de la electricidad y no había que darles cuerda.
Mucho más adelante llegaron del oriente los llamados minicomponentes y equipos de sonido pero eso es harina de otro costal.