Es increíble lo que ve uno los lunes o días de cobro aquí en Caracas.
Calles que típicamente están abarrotadas de carros estacionados a los lados de las aceras, en horas de la mañana son el pasto de los fiscales de tránsito que se ocupan de levantar y llevarse los vehículos automotores para después poner en el piso con tiza blanca, Estacionamiento Teneria, o algún otro como rubrica de su HAZAÑA.
Hoy en la mañana estaban el gruero y el fiscal tratando de resolver a que carro se iban a llevar.
Transcripción casi textual:
-Entonces sargento, ¿a cual levantamos?-. Preguntó el gruero
-Aquel es un carro nuevo, un Spark, pero eso es de Venezuela Móvil. Esos pendejos están pelando segurito. Aquel Dart (Dodge Dart), ni lo veas, el otro día lo remolqué y terminé dándole plata al viejo para la gasolina-. dijo el ´sargento, un funcionario que pareciera estar próximo a retiro.
-Sargento ¿y aquel "bolbaje"(*) que está allá atravesado, pisando el rayado de los carajitos de la escuela?-. preguntó el gruero.
-¡¡¡¡Bueno vale!!!! ¿tu quieres quitar esa mierda de ahí o ganarte unos buenos cobres? No ves que el tipo del "bolbaje" no tiene ni pal la cerradura? Ese ni para la multa tiene-. señaló el sargento arreglandose los pantalones.
-La que queda es la Cherokee esa nueva que está allá, pero el tipo está viendo y está metido en la barbería del italiano y está viendo su carro.
-Bueno ese tiene real, cuando medio se descuide, levantamos esa mierda para que el tipo vaya y nos suelte algo. Si se pone bruto te llevas esa mierda y que pague sus trescientos mil.
* Aquí en Venezuela al Volkswagen Escarabajo , se le dice bolbajen, bolvajito, por el nombre del fabricante.
Es decir que si yo estoy bien parado en alguna de las ya casi intransitadas calles de Caracas, no tengo la seguridad si va a venir un gruero y su fiscal de tránsito a remolcarme mi carro o el hampa se lleva aquella costosa y sudada inversión.
Lo peor del caso es que tengo que parar el pobre carrito en cualquier estacionamiento, donde no se hacen responsables de ABSOLUTAMENTE NADA, ni de rayones, ni choques ni quemaduras ni de nada sino de COBRAR con sus simpáticos cajeros y personal de abordo, antes que arriesgarse a caer en las garras de los fiscales con sus grúas amarillas.