El entrenador del Capitan Ivan Drago durante un entrenamiento abierto a la prensa occidental del contendiente de Rocky Balboa en la película Rocky IV
En esta escena Drago golpeaba una especie de celda con resortes que daban como resultado un número. Esos números a medida que Drago golpeaba iban subiendo hasta que la periodista pregunta y el entrenador responde con la frase celebre de hoy.