Bueno ya es hora de ejercitar la memoria.
Por aquellos y bien extrañados años ochenta, a consecuencia de la devaluación del Bolívar, Venezuela se vio en la obligación de poner en marcha su aparato productor y fue cuando vimos uno de los mayores auges económicos del país a nivel industrial. Aparecieron Didaven, Champ, Sergio Valente, Flipper, en el ramo de los calzados y textiles.
Pero la industria alimenticia no se quedó atrás y también dio su paso adelante.Aparecieron los llamados Boston (un primo del famoso Toronto), Frito Cheez, Papaupa, Bolibomba entre los más destacados como chucherías. Claro esta época también se vio el ocaso del excelente y sabroso Carlton de la Savoy, la desaparición de los TABAQUITOS que eran chocolates con relleno de fresa envueltos en aluminios color marrón (se me hace agua la boca), o las momias que eran una especie de Carlotinas pero más duras y con formas de faraones.
Sin embargo los que veíamos "Festival de Robots" por Venezolana de Televisión, también disfrutabamos con la meriendita. Por lo menos en mi caso, cuando daban La Abejita Maya, yo aprovechaba y bajaba al abasto a comprar chucherías para mi hermana.
La compra consistía casi siempre de algo salado, algo dulce y algo para tomar. Entre los dulces estaban el recien salido Bolero, Susy o Cocosete. A veces comprabamos Vacavieja o Cafe Olé o el mejor de todos que era Coco Crema.
Lo salado era Pepito, Chezz Tris (con la imagen del tipo sesentoso tocando la guitarra), o platanitos marca Juancho.
Pero lo mejor de todo era el jugo o lo de tomar... eran las nuevas botellitas de jugo Frutsi. Más bien no era un jugo sino una bebida refrescante con sabores varios y el contenido muy llamativo. La botellita de plástico era como de unos 15 cm y la tapa era un plastificado aluminio que rompias cuando le metías el pitillo o el dedo.
Sin embargo después desapareció y quedó en el olvido, como todas esas cosas buenas que nos recuerdan nuestra infancia, y nos obligan a comprar cosas a precios de coleccion.