Luego del éxito de la impresión en 3d (desde chasis de vehículos hasta armas de fuego, aunque las últimas no muy funcionales y menos mal), la ciencia comenzó a darle aplicaciones, como huesos o repuestos de huesos y caderas impresos en 3D para el beneficio de la humanidad.
En este caso el turno le tocó a los medicamentos. La finalidad de la impresión en 3D es hacer la píldora más digerible, ya que la realizan con porosidades para que cuando se mezcle con agua, se disuelva más rápido.
Esta anotación la conseguí en Microsiervos donde hay una explicación más detallada.