Luego de la explosión de Nueva Londres en Texas, EE.UU. la comisión de seguridad de EE.UU. determinó la necesidad de colocar un olor característico para detectar la fuga de gases.
En esa explosión fallecieron 255 estudiantes porque nadie detectó la fuga del gas.
Y para quienes no lo sepan, el gas natural carece de olor. Sin embargo, las empresas petroleras y gasíferas, para conservar la integridad de las personas y sus instalaciones, realizan la inyección de olor en el gas para detectarlo.