Si bien es cierto que durante este año que terminó hubo varios baches de películas taquilleras (que no significa que sean buenas) significó para la industria del cine, una baja en ingresos con respecto a 2016.
Como se ve en el cuadro, hubo una disminución de 2,7% en los ingresos con respecto al año 2016.
Sin embargo no se trata realmente de una disminución si vemos que la cifra se logró con menos películas que 2016. Para el año pasado se logró la cifra de 11 mil sesenta y seis millones de dólares solo con 723 películas, mientras que en 2016 se logró 11.377 millones de dólares con 736 películas (si, 13 películas menos).
Quizás el ingreso pudo haberse superado si en tre julio y septiembre, no hubiese sido el peor verano de los últimos años en el tema de ingresos cinematográficos. Aunque en el hemisferio norte no va mucha gente al cine porque salen de vacaciones, este año tampoco hubo buena oferta de películas, cosa que llegó a catalogarse este verano, como el peor del siglo. Pero eso es tema de otra anotación.
Por cierto, 11 mil millones de dólares es bastante dinero para un puñado de estudios cinematográficos. Entre ellos, Disney que cada vez compra más y más.
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