Aunque los que me conocen sabe que pocas son las veces que me siento en El Metro, estos días me dio mucha risa los comentarios de los adultos mayores le hicieron a un joven que viajaba en el tren.
Resulta que en el Metro de Caracas, se pusieron en los extremos de los vagones primero y último, asientos de color azul. Esto significa que son asientos preferenciales para las personas con discapacidad, mujeres embarazadas y adultos mayores ( o como le dicen aquí; abuelos).
Sin embargo debido a la sobrepoblación que cada vez más golpea a Caracas, muchos jóvenes y mujees cansadas se posesionan en los asientos de color azul y no se paran hasta que alguien les reclama.
Muchas son las excusas que usan con tal de no pararse: se hacen los dormidos, fingen leer, se ponen a jugar con el celular o simplemente se pintan las uñas.
Pero cuando le dices, "mira hay una señora embarazada", ve a todos los presentes y busca en otros puestos a ver si alguien más se pare ceder el puesto.
Lo que pasa a continuación es debido a que un joven no quiso pararse porque simplemente no le dio la gana.
El muchacho entra al metro que venía vació dirección Oeste-Este y se sienta en el primero puesto que ve libre, un asiento azul.
A medida que el tren va recoriendo estaciones, se va llenando hasta que finalmente quedamos todos como sardinas en lata y todos los adultos mayores observan al muchacho, hasta que uno sale y le dice:
-Mira mijo parate y dale el puesto a esta señora, no ves que estos puestos son para nosotros.
El muchacho como si fuera con el culo de el.
-Mira joven estos asientos son para los viejitos - dice otro. - Parese que usted está muy jóven para andar sentado.
Otra vez el muchacho no hace caso.
-Mira muchacho, no vez lo que dice aquí; "Asientos preferenciales para personas discapacitadas, embarazadas y adultos mayores".
El joven siguió jugando tetris en su celular.
Antes de llegar a la estación Chacao, el joven se levantó y de inmediato una señora y un abuelo lo abordaron, casi que insultándolo, porque no se había parado antes.
El muchacho con mucha tranquilidad se metió la mano en el bolsillo, sacó algo y se lo puso en la oreja. El Vagón que estaba enardecido quedó mudo.
El muchacho dijo:
- Agoon prejerencial pagrrra discapacitaooo. - Le gritó a los presentes señalando su oreja. Muchos bajaron la cabeza mientras que los otros simplemente tapaban sus bocas, asombrados.
El muchacho era sordo, escuchaba con la ayuda de una prótesis auditiva y además tenía los mismos problemas que presentan LOS DISCAPACITADOS AUDITIVOS en la articulación y volumen del tono de voz, tenía toda la razón cuando dijo: Vagón Preferencial para discapacitados.
Esto significa que no todos los que van en ese vagón deben o tienen que ser abuelos o embarazadas. Si es preferencial, ¿por qué el muchacho sordo no podía usar el asiento o por que era jóven?
Esperemos que estos casos no se repitan, y debemos recordar que son asientos PREFERENCIALES y NO OBLIGATORIOS.