Todos hemos visto programas como El Precio de la Historia, Cazadores de Tesoros o ¿Quién da más? donde los compradores y vendedores se disputan la mejor forma de sacar ganancias.
Pero realmente, ¿Cuánto valen tus cosas?
Es una buena pregunta que la pueden resolver de dos maneras: con expertos y por deducción.
Y la primera tiene nombre: Peritos
Los peritos son profesionales de ingeniería o arquitectura, que se encargan de evaluar tanto construcciones como vehículos, sin embargo tienen la particularidad de tasar los bienes para certificar el precio. Obviamente, tienen sus tarifas dependiendo de sus años de experiencia, credibilidad, etc.
Sin embargo la segunda es mucho más complicada ya que por deducción se comenten errores y es cuando viene la especulación y estafas.
El ejemplo más claro lo tengo a solo unos metros de mi casa.
Un vecino (voy a llamarlo Pepe) vendió su casa por razones familiares. Meses antes otro vecino (Juan) también y en la actualidad otro vecino también (Carlos).
El vecino Juan llamó a un perito y evaluó la vivienda. El resultado fue que el profesional tasó el inmueble en 15 mil unidades. (no voy a poner signos monetarios para el ejemplo). Y en un lapso de 2 meses, vendió la vivienda. La familia llegó con sus maletas y vivieron felices para siempre.
Pepe al ver que Juan había vendido su vivienda en en 15 mil, asumió que su propiedad era más valiosa, ya que había realizado trabajos extras de ampliación y remodelación.
Llegó una familia, y la compró por 50 mil unidades.
Sin embargo la familia no se pudo mudar. Pese a lo titánico de la construcción, se trata de un gigante con los pies de barro, ya que la casa (comer con los ojos) por ser más grande, era más llamativa. sin embargo, por dentro, las instalaciones y las obras, eran todo un desastre. No había nada de valor agregado dentro, ya que el precio puesto por deducción (Si esa casa cuesta eso, ¿Cuánto cuesta la mía?) resultó una gran estafa.
La nueva familia ya gastó más de 30 mil unidades en reparaciones, porque de otra manera, el castillo se les iba a caer sobre las cabezas.
El tercero,Carlos, llamó a un perito quien evaluó y determinó que pese a la vivienda y las remodelaciones realizadas, hay que invertir una buena cantidad en reparaciones.
El precio fue puesto en 30 mil unidades y el inmueble colocado en el mercado. Resultado: El perito del banco tasó la casa a un costo muy similar al del perito privado.
La moraleja del cuento es: No se debe especular con los costos o la primera impresión. Lo más recomendable, es siempre consultar a un experto, cosa si hacen los protagonistas de los programas que vemos en la televisión para evitar ser estafados.