Recuerdo que esas mismas palabras utilizó mi esposa durante unas vacaciones que estuvimos en Margarita, cuando me arrancóuna edición de bolsillo que consiguí en ese viaje de
Drácula.
Claro yo venía de leer una buena pila de libros de Anne Rice, entre otros autores de vampiros y con el Drácula original, terminé mi ciclo de películas, libros y todo lo relacionado con los chupadores de sangre.
Y yo pensaba que todo había terminado ahí. Había salido una que otra película de vampiros pero nada relevante hasta la publicación de Stephanie Meyer y su saga Luna Nueva, etc, etc.
Pense, que era una especie de harry potter pero para adolescentes (y no me equivoco), pero con algo más profundo que llevaba a muchos adultos (en su mayoría mujeres), a leer la historia de la joven Bella, quien se enamora de Edward, un adolescente que es vampiro.
Clarooo pero como todo, siempre hay que sacar el mayor provecho. Para eso los canales de televisión se dedicaron a desempolvar todo tipo de películas relacionadas con el tema, cortos, revistas y hasta series. Sin contar todo el mercahndise extra por cada libro y película que hubo.
Recuerdo que durante un buen tiempo se quiso dar continuidad al tema de los vampiros con las tres películas de Blade y con Underworld, además de Van Helsing. Sin embargo solo fueron películas y punto, pero esta histeria colectiva (la cual a mi ya me cansó), está arrasando y dando más excusas a los estudios de Hollywood para hacer remakes. (no quiero ni escuchar sobre el de Nosferatus).
Les comento que en mi casa está los 4 libros de Meyer gracias a la adolescente que aquí vive, sin embargo ya me niego a seguir viendo del tema, sobretodo cuando vi un capitulo de Vampires Diaries que transmite en el país Warner. Que lataaaaa, más de lo mismo noooo, al parecer nosotros los terricolas, humanos o como nos quieras categorizar, siempre tendremos el teorema de la fe ciega y por eso somos propensos a creer en personajes que sabemos que no existen, como Superman, Flash, el hombre araña y hasta en Vampiros.