Frase proferida por Jesse Ventura durante tiroteo en la película predator cuando poncho le comenta que esta herido por una bala disparada por los rebeldes centroamericanos durante una supuesta misión de rescate, que fue supuestamente el origen de su misión. Más adelante predator le asestó un certero disparo quitándole la vida. Quizás si se hubiese limpiado, el disparo de pretator no le hubiese roto la camiseta de mtv.
Por cierto, Ventura se convertiría más adelante en senador por Minesota al congreso norteamericano. De luchador al congreso!