Ante el galopante incremento de los productos y servicios en el país, aprendí a cambiar el aceite de mi carro yo mismo pero no tomé las debidas precaución y ante estos errores, si no se corrigen a tiempo, se paga caro.
Resulta ser que ya he cambiado el aceite en varias oportunidades pero esta vez no miré la varilla para medir, y vertí los cuatro litros en el motor, cosa que no se debe hacer. Se debe revisar la varilla, pero lo descibrí demasiado tarde.
El aceite sobrante, daño la empacadura del "tapa valvulas"y creó un bote. El aceite saló de la cámara, bajó por el bloque del motor y llegó finalmente al brazo de la palanca del croche (clutch).
Ahí, con el calor, el polvo y la tierra, generó una costra muy dura que impedía hacer los cambios y ocasionó la ruptura de una guaya de croche (clutch) que tuve que cambiar, pero ya iba a camino a romper la segunda.
Decidí analizar el camino de la misma y me di cuenta (a tiempo) de que había una "pieza" que no estaba antes. La decidí mover y "voila", salió. Dura fuerte, y cuando monté todo de nuevo, perfecto.
La gracia de rebosar el aceite me llevó a tener que cambiar la empacadura, una guaya y un gran susto luego que se reventara en un lugar no muy bonito.
Moraleja: En los carros, SIEMPRE llenar las cosas en su justa medida.